El Banco de España ha revisado a la baja sus previsiones macroeconómicas en su informe trimestral de diciembre, destacando una disminución en la inflación para 2024 y una reducción en el Producto Interno Bruto (PIB) del país. Estos ajustes, según el organismo liderado por Pablo Hernández de Cos, se deben a la prórroga de las ayudas y las peores expectativas en el consumo privado.
Inflación y PIB: Recortes significativos
El informe trimestral del Banco de España anuncia un recorte de un punto en la proyección de inflación para 2024, situándola en un 3,3%. Este ajuste se atribuye a la extensión de la rebaja del IVA en alimentos, la subvención al transporte público y la previsión de precios más bajos del petróleo. Además, el PIB se ajusta a la baja en dos décimas, colocándolo en un modesto 1,6% para el próximo año.
Factores que afectan la economía española
El Banco de España identifica tres grandes lastres que afectan la economía del país: la baja productividad, una elevada tasa de desempleo y una situación fiscal complicada. Estos elementos, según el informe, continúan siendo desafíos históricos que afectan el desarrollo económico de España.
Consumo privado como motor de crecimiento
A pesar de las adversidades, el consumo privado se mantiene como el principal motor de crecimiento para la economía española, según el informe. Aunque se esperan peores perspectivas en la confianza y las expectativas financieras, se proyecta que el consumo seguirá siendo un impulsor clave con tasas del 2,3%, 1,7% y 1,5% hasta 2026.
Desaceleración en el cuarto trimestre de 2023
El informe refleja una desaceleración en el cuarto trimestre de 2023, con una lectura del 0,3%, confirmando el entorno macroeconómico y financiero complejo a nivel comunitario y mundial. Sin embargo, se espera un contagio positivo de la actividad a nivel global en los próximos trimestres, según las proyecciones del Banco de España.
Desafíos en las exportaciones y consumo
Aunque las exportaciones jugaron un papel destacado en la primera mitad de 2023, el informe señala que es pronto para determinar si este comportamiento es estructural. Se proyecta un crecimiento débil en las exportaciones (0,3%), y la demanda exterior se espera que aporte menos al crecimiento del PIB en 2024 de lo previsto en septiembre.
Desajuste fiscal y preocupaciones
El Banco de España destaca un desajuste en las cuentas públicas que podría hipotecar la economía, con un déficit de las Administraciones Públicas que disminuirá al 3,4% en 2024 pero repuntará al 3,6% en 2025. La deuda pública también sigue siendo un problema, alcanzando el 108% del PIB en 2025. Estos desafíos fiscales podrían requerir explicaciones del Gobierno a la Comisión Europea, especialmente dado el retorno del control sobre el gasto público en la Unión Europea.
Desafíos estructurales: Productividad, desempleo y situación fiscal
El director general de análisis económico del Banco de España destaca la baja productividad, la elevada tasa de desempleo y la situación fiscal como desafíos estructurales que históricamente lastran la economía española. A pesar de un crecimiento impulsado por la llegada de población extranjera, persiste una brecha en el PIB per cápita respecto a la eurozona.
En resumen, el informe trimestral del Banco de España pone de manifiesto los desafíos económicos que enfrenta el país y destaca la importancia de abordar estos problemas estructurales para lograr un crecimiento sostenible y una recuperación económica post-Covid duradera.
