En los últimos años, España ha experimentado un notable aumento en la presión fiscal, colocándose entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más han elevado los impuestos desde 2019. A pesar de una ligera disminución en la presión fiscal en 2022, España mantiene una cuota por encima de la media de la OCDE, con un 37,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Evolución de la presión fiscal en España desde 2019
Desde el año previo a la pandemia de la COVID-19, la presión fiscal en España ha experimentado un crecimiento significativo. En 2019, la cuota de impuestos representaba el 34,7% del PIB, mientras que en 2022 ha alcanzado el 37,5%. Este aumento coloca a España como el cuarto país con el mayor incremento en la presión fiscal desde 2019, después de Corea del Sur, Noruega y Chile.
Impacto de la crisis energética de 2022
El informe anual de la OCDE destaca que la escalada de los precios de la energía en 2022, causada por la invasión rusa de Ucrania, llevó a muchos gobiernos a reducir ciertos impuestos para mitigar sus efectos. En el caso de España, el descenso de la presión fiscal fue más pronunciado que el promedio de la OCDE, disminuyendo tres décimas. A pesar de ello, la cuota de impuestos se mantuvo por encima de la media, marcando una clara diferencia con el nivel registrado en 2019.
Comparación con otros países de la OCDE
Francia, Noruega, Austria, Italia, Bélgica y Dinamarca encabezaron la lista de países con mayor peso fiscal en 2022. España se sitúa en una posición intermedia, ocupando el cuarto lugar en términos de crecimiento de la presión fiscal desde 2019, detrás de Corea del Sur, Noruega y Chile.
Latinoamérica y otros extremos
En el extremo opuesto se encuentran los países latinoamericanos, siendo México el país con menor presión fiscal (16,9%) seguido de cerca por Colombia (19,7%). La comparación revela que España, a pesar de su aumento, se sitúa en un nivel significativamente más alto en comparación con estos países.
Descentralización fiscal en España
El informe de la OCDE destaca que España es el país que más se ha descentralizado fiscalmente desde mediados de los años 1990. Las administraciones autonómicas españolas aumentaron su cuota de ingresos fiscales del 5% en 1995 al 15,7% en 2021, marcando una clara tendencia hacia la descentralización. Esta situación contrasta con la media de los países federales de la OCDE, donde los estados federados recaudan un promedio del 17,7%.
La evolución de la presión fiscal en España refleja un aumento significativo desde 2019, situándose entre los países que más han elevado los impuestos en la OCDE. A pesar de una ligera disminución en 2022, España mantiene una cuota por encima de la media de la OCDE. La descentralización fiscal en el país es otro aspecto destacado, con las administraciones autonómicas desempeñando un papel cada vez más importante en la recaudación de ingresos fiscales. Este panorama ofrece un contexto relevante para entender la situación fiscal actual en España en comparación con otros países de la OCDE.